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año 67 de la era ibañez

blake y mortimer, el legado de edgard p. jacobs

"Hergé me había pedido que trabajara con él al cien por cien.
Por mi parte, era bastante reacio […].
Le dije que aceptaría quedarme con él si
podíamos firmar los álbumes juntos.
La semana siguiente me dijo que, en Casterman,
los responsables no estaban de acuerdo.
En realidad, creo que a él le habría molestado".

Edgard P. Jacobs

 
Dedicamos hoy un merecido espacio a uno de los clásicos de la historieta francobelga: la serie de Blake y Mortimer, creada por el dibujante y guionista belga Edgard Félix Pierre Jacobs (Edgard P. Jacobs) en 1946 y continuada, tras su muerte, por otros dibujantes y guionistas como Bob de Moor, Jean Van Hamme, Didier Conrad o Ted Benoit, por citar solo algunos. Pero hagamos antes un recorrido por la biografía delJacobs que nos ayudará a comprender muchas cosas. 


Edgard P. Jacobs nace el 30 de marzo de 1904, en el barrio bruselense de Sabión, hijo de un sargento de policía de la capital belga, Jacques François Jacobs, de origen campesino, y de la dependienta de una tienda de comestibles, Elvire Billestraet. Fue un hijo no deseado, concebido dos meses antes del matrimonio de sus padres. Tuvo una infancia un tanto diferente al resto de niños, ya que su padre le prohibía jugar en la calle y le provisionaba, para su recreo, con material de dibujo transmitiéndole su pasión por la música y la lectura. El pequeño Edgard tuvo un accidente a esa edad en la que estuvo a punto de perder la vida, tras caer en un viejo pozo en el patio de su tío, en Lovaina. Afortunadamente, consiguieron rescatarle a tiempo. En 1910, sus padres le inscriben en una escuela de música de Bruselas con bastante prestigio, poco antes de la llegada al mundo de su hermano pequeño André, en 1913. Son años en los que el joven Jacobs se empapa de revistas para jóvenes como L’Épatant, Le Petit Illustré, La Semaine de Suzette, L’Intrépide o Les Belles Images, estableciendo sus primeros contactos con los dibujantes de cómics de entonces, sintiendo una especial predilección por el dibujante Georges Omry.


Fotografía de Edgard P. Jacobs
en su Primera Comunión (1915)

 
Un evento que le marca la vida es la visita a la representación de la ópera de Fausto en el Teatro Real, algo que le marca y acrecenta su pasión por la ópera, enrolándose en sus años mozos en una compañía operística. Se dice que Hergé puso de manifiesto esa pasión de Jacobs, colaborador suyo, en las aventuras de Tintín, tanto en el personaje de Jacobini, egiptólogo y actor de ópera que aparece en Las siete bolas de cristal, como el guiño que hace con un egiptólogo en Los cigarros del faraón, e incluso como en el propio personaje de Bianca Castafiore (recordemos que Hergé detestaba el ambiente operístico).


Guiño de Hergé a Edgard P. Jacobs en Los Cigarros del Faraón (1932-34)


El personaje de Bianca Castafiore entonando alguna pieza operística
(El Cetro de Ottokar)

 
Por tanto, podemos afirmar que Jacobs tuvo varias facetas artísticas. Si bien se matriculó en 1919 en la Academia de Bellas Artes de Bruselas, en la especialidad de Decoración, lo cierto es que no se sintió motivado por sus contenidos y decidió abandonar los estudios dos años después, a comienzos de 1921, para incorporarse al mercado laboral, ganándose la vida en el mundo textil como aprendiz de diseñador de bordados. Pero en septiembre de ese mismo año vuelve a inscribirse en la Academia de Bellas Artes y asiste en paralelo a la escuela de arte de Saint-Josse-ten-Noode. Lo intenta también como dibujante de algunos panfletos publicitarios para diversas agencias de Bruselas, sin demasiado éxito, e incluso se inicia en las técnicas de retoque fotográfico junto a su amigo Jacques Van Melkebeke. al que conoce en esa década, en una escuela de contabilidad. Jacobs alternó aquellas actividades con colaboraciones como cantante lírico, primero como figurante en el Teatro de la Moneda (Théâtre Royal de la Monnaie) y posteriormente, en 1922, como artista de music-hall, firmando un contrato como corista en el espectáculo Bonjour Pais, en el Casino de París, junto a la conocida vedette parisina Mistinguett. Es allí donde conoce a Madeleine, con quien iniciará su primera relación amorosa.


La gran vedette francesa Mistinguett
 
Jacobs no pierde el tiempo en aquellos años: sigue participando en operetas como La Fille du tambour-major o La Chaste Suzanne e incluso realiza sesiones de espiritismo y charlas sobre arte y literatura junto a Jacques Laudy (hijo del pintor Jean Laudy) y su amigo Jacques Van Melkebeke. Pasaban buenos ratos juntos. A finales de 1923, los padres de Edgard, preocupados por su porvenir, le obligan a trabajar en la joyería bruselense Wolfers, pero poco después es contratado como dibujante de catálogos en los Grandes Almacenes de la Bolsa, donde realiza ilustraciones a pluma y aguada. Jacobs simultanea dichas actividades estudiando canto lírico en la Academia de Música de Etterbeek. Su amplio rango vocal le permite interpretar roles como barítono y como tenor, su voz natural. Adquiere por aquel entonces un acordeón para practicar las escalas musicales, Pero en noviembre de 1924 su vida da un giro tras romper con Madeleine y ser llamado para realizar el servicio militar en Krefeld, Alemania. Incluso en el ejército, donde no tarda en ascender a cabo, logra interpretar algunos papeles con la compañía teatral de su regimiento.


Dibujo de Jacobs de proyecto jamás realizado con algunos de los episodios
más importantes de la Historia Universal (1915-1916).
(compartido en un interesante artículo de Juan Martí sobre
Edgard P. Jacobs publicado en Tebeosfera)

 
Tras el servicio militar estudia canto en el Conservatorio Real de Bruselas para dedicarse a la ópera y, a principios de 1928, se incorpora a una pequeña compañía teatral que le permite escribir su propia obra, La Malédiction (La maldición), ambientada en un barco pirata, aunque la obra goza de un limitado éxito. Posteriormente, ingresa en el coro Steveniers, donde conoce a Léonie Bervelt ("Ninie"), una cantante de opereta de la que se enamora y termina contrayendo matrimonio el 27 de septiembre de 1930. En octubre de ese mismo año es contratado por Paul Frady para la compañía de los teatros municipales de Lille, instalándose junto a "Ninie" en un apartamento de la localidad francesa. Jacobs interpreta papeles en óperas famosas como Aida, Lakmé, Manon, Tosca o Boris Godunov, además de diseñar él mismo los decorados y los vestuarios de varias producciones. Pero la ley de la limitación de artistas extranjeros pone freno a sus capacidades y el dibujante termina abandonando la ópera de Lille, desilusionándose con el mundo operístico y retomando su labor como ilustrador de catálogos de los Grandes Almacenes de la Bolsa, para los que realiza ilustraciones de ropa y juguetes. También colabora con su amigo Jacques Van Melkebeke creando dioramas para el pabellón de bomberos de la Exposición Universal de 1935 en la capital belga. Jacobs aún mantiene viva la llama de su pasión por la ópera y el canto, realizando varias actuaciones en diversas grabaciones radiofónicas del INR (Institut National de Radiodiffusion), institución belga fundada en 1930 para gestionar y desarrollar la radiodifusión pública en Bélgica, precursor de las actuales emisoras de radio y televisión públicas belgas: RTBF (en la región francófona) y VRT (en la región neerlandófona).


Fotografías de un joven Edgard P. Jacobs

Llegaron entonces unos años muy difíciles para Jacobs, tras la ocupación nazi de Bélgica. Durante la contienda, fue movilizado y participó en la Campaña de los 18 días, en mayo de 1940. Su unidad logró escapar del cerco nazi y el dibujante tuvo que refugiarse en Villeneuve-Minervois, al sur de Francia. Abandona el pueblo el 3 de agosto para regresar a su Bélgica natal, donde se entera de la muerte de su hermano André, que había sido derrotado mientras defendía el fuerte de Eben-Emael. La ocupación alemana trajo consigo una serie de restricciones que afectaron a la industria del papel. Como consecuencia de dichas restricciones, los Grandes Almacenes de la Bolsa dejaron de publicar sus catálogos y Jacobs terminó perdiendo su única fuente de ingresos. Jacobs lo intenta, sin éxito, en la Ópera de Gante, y finalmente es contratado en el Teatro de la Bolsa para crear, bajo el seudónimo de Dalmas, la revista Et ça donc!, que no gozó precisamente de un gran éxito. También se presentó en el Ancienne Belgique, y luego se unió a un coro de orquesta que ofreció una serie de conciertos en Bruselas y en otras localidades, como solista, antes de interpretar su último papel en una representación de Manon en el Teatro Real de la localidad belga de Mons.


Izda: Biografía de Edgard P. Jacobs (Benoît Mouchart & François Rivière)
Dcha:
Ilustración publicitaria de Jacobs

Jacobs se desilusiona entonces del mundo lírico, al ver las dificultades que tenía para mantener un empleo estable, y lo intenta con la ilustración. Comienza realizando una serie de dibujos para la empresa de juegos de mesa Pergo, portadas de algunas novelas románticas publicadas por la editorial Janicot, y con una colección de cuadernos para colorear para Les albums de l'oncle Bimbo. En el verano de 1941, empieza a colaborar con la revista Terre et Nation, además de enviar un dibujo al periódico flamenco Welkom, celebrando el regreso a casa de los soldados desmovilizados.


Les albums de l'Oncle Bimbo nº 12 (h. 1940)

En agosto de 1941, el dibujante es recomendado por su amigo Jacques Laudy a Jean Dratz, director artístico de la revista Bravo!, quien le contrata para ilustrar novelas, cuentos y relatos. Jacobs aprovechó sus conocimientos sobre vestuario histórico e historia del arte y demostró igualmente sus habilidades con los decorados y el color. Bravo! era un semanario para jóvenes que publicaba cuentos, novelas y cómics norteamericanos como Félix el Gato, Annie y Kit Carson. Comienza ilustrando cuentos, principalmente leyendas germánicas. Hasta que, a finales del año siguiente, en noviembre de 1942, se interrrumpe la publicación de Flash Gordon (publicado como Gordon L'Intrepid en la versión francesa), tras la entrada de Estados Unidos en la guerra. Al interrumpirse la llegada nuevas páginas del cómic del mítico Alex Raymond, Jean Dratz le pide a Jacobs que termine la serie, un trabajo que el dibujante realiza con notable éxito.


Dcha: "El Rayo U" (Bravo nº 44 - 3e année -, 4 de noviembre de 1943)
Izda.: "El Rayo U" (Bravo nº 15 - 4e année -. 1944)

No obstante, la serie termina antes de tiempo, según el propio Jacobs, por la censura nazi, pero los biógrafos del dibujante, Benoît Mouchart y François Rivière, sostienen que en realidad fue una decisión editorial de la propia resvista para evitar problemas legales con el editor norteamericano de la serie, el King Features Syndicate. En el siguiente blog se compartieron las cinco páginas originales de la serie Gordon l'Intrépide, publicada en Francia como Guy l'Éclair, que Jacobs dibujó en 1942, para Bravo!.


Dos de las páginas originales de la serie Gordon l'Intrépide (Bravo!, 1945)

 
El trabajo de Jacobs fue tan notorio, que Jean Dratz le encargó una nueva serie para la revista exclusivamente creada por él: El Rayo U. La primera página de la aventura se publicó en febrero de 1943. Era la primera vez que el dibujante firmaba con su propio nombre (Edgar P. Jacobs), en lugar de utilizar seudónimos, aunque suprimió la última letra de su nombre para darle una sonoridad más anglosajona. El estilo de esta historia, que mezclaba aventura y ciencia ficción, era muy en la línea del de Gordon el Intrépido. Jacobs imitaba de manera evidente el estilo de Alex Raymond, incluso el tipo de personajes: un militar (el mayor Walton), en la línea de Flash Gordon, un científico (el profesor Marduk), reflejo del doctor Zarduk, una mujer. Sylvia, remedo de Dale Arden, y un villano, encarnado en la figura del capitán Dagona, que podríamos equiparar al malvado Ming. Con el paso del tiempo, el dibujante se fue liberando de ese modelo para empezar a buscar su propio estilo, como suele suceder con los grandes dibujantes.


Estudios de vestuario de los personajes de "El Rayo U", inspirado en países lejanos y épocas pasadas.


Jacobs reinterpreta los códigos de vestimenta con fantasía y con colores exuberantes.

En ese bautismo historietístico, Jacobs evocó a numerosas referencias literarias y cinematográficas de su juventud e hilvanó su propio guion, manteniendo al lector en tensión en un extraño universo. Mientras imitaba los personajes de Raymond, Jacobs retrataba a sus amigos y conocidos: su esposa posó en numerosas ocasiones para interpretar el personaje de Sylvia, mientras que Jacques Laudy apareció con los rasgos de Lord Caldera. Sin saberlo aún, Jacobs estaba sentando ya las bases de su serie de mayor éxito: Blake y Mortimer, con personajes carismáticos, pasadizos subterráneos, criaturas prehistóricas y esculturas precolombinas. Historias, en definitiva, que evocan a novelas como El mundo perdido de Sir Conan Doyle o La Tierra que el tiempo olvidó, de Edgard Rice Burroughs.


Algunos bocetos de los primeros trabajos de Jacobs para el mundo del cómic

El éxito de "El Rayo U", cuya publicación finalizó el 13 de abril de 1944, tuvo un impacto en las ventas de la revista Bravo!, que superaron los 300 000 ejemplares. Unos años antes, en abril de 1941, Jacobs había coincidido con Hergé a través de Van Melkebeke, durante una representación de Tintín en la India, una obra de teatro coescrita por Hergé y Van Melkebeke, en el Teatro Real de las Galerías. Jacobs y Hergé no tardan en hacer buenas migas y quedan con frecuencia en el estudio de Van Melkebeke. De hecho, Jacobs se convierte en uno de los primeros colaboradores de Hergé (junto a la colorista Alice Devos desde marzo de 1942), al que había llamado especialmente el innovador uso que Jacobs hacía del color. Había sido un año difícil para Jacobs, que acababa de perder a su padre el 15 de febrero de 1944, mientras que su esposa, "Ninie", ya se planteaba dejarle. Cada mañana, Jacobs se trasladaba hasta Boitsfort, lugar de residencia y de trabajo de Hergé. Su primera tarea consistió en colorear El Tesoro de Rackham el Rojo, añadiendo también detalles a algunos escenarios. Con el tiempo, además del coloreado, Jacobs participa también en los escenarios e incluso en la revisión de los álbumes del reportero belga publicados desde entonces, y ayuda a Hergé a crear nuevas historias, como en Las siete bolas de cristal, El Loto Azul o El templo del sol. Jacobs le da muchas ideas a Hergé, por ejemplo la idea del tren que cae en El Templo del Sol o los pasadizos que permiten acceder al templo, posando incluso en ocasiones para que Hergé pudiera hacer ciertos bocetos sobre las poses y expresiones de los personajes, y en El Cetro de Ottokar realiza un muy buen trabajo en la decoración del castillo de Kropow.


Jacobs le dio a Hergé la idea del tren cayendo en El Templo del Sol (1946-48)

Hergé y Jacobs habían realizado tres páginas de prueba para diversas series realistas que nunca vieron la luz. Ellos pensaban firmarlas bajo el seudónimo de Olav. Se trataba de un western que posteriormente retomaría Paul Cuvelier, una aventura ambientada en el Gran Norte y una tercera aventura de género policíaco ambientada en Shanghai. Los relatos fueron ofrecidos a diferentes rotativos, pero nunca llegaron a materializarse. En paralelo, Jacobs siguió trabajando como dibujante para diversas revistas y periódicos como ABC o AZ, en las que en ocasiones firmaba como Edgard Jackson.


Edgard P. Jacobs, Jacques Van Melkebeke y
Georges Remi (Hergé), en 1945

El 26 de septiembre de 1946 se publica por primera vez la revista Journal de Tintin, abanderado por el editor Raymond Leblanc, fundador del sello Lombard, con Hergé como director artístico y Melkebeke como redactor jefe. Jacobs también forma parte de ese equipo fundador, lo que hará que tenga que abandonar poco a poco sus colaboraciones con Hergé. Y es que, desde ese momento, en 1946, Jacobs se fue convirtiendo en uno de los autores más destacados del editor belga con El secreto del espadón, primera aventura de Blake y Mortimer, en la que el dibujante se aleja un poco más de la ciencia-ficción o del formato space opera, que venía realizando hasta entonces, y adopta un estilo más realista. Ese primer álbum comenzó a publicarse de forma seriada precisamente a partir del primer número de la revista Journal de Tintin. Hergé también le pidió que realizase ilutraciones para los cromos que se publicaban en la sección "Ver y saber" (Voir et savoir) de la revista y un conjunto de ilustraciones que acompañarían a la novela por entregas "La Guerra de los Mundos", de H.G. Wells.


Boceto muy detallado de Jacobs para un tomo nunca publicado de la serie
Voir et Savoir de Tintín. Años 50. Su reverso estaba oscurecido con lápiz, a modo
de papel de calco, para transferir al dibujo definitivo que sería entintado.



Iustraciones de Jacobs para La Guerra de los Mundos de H.G.Wells

Hay que matizar que la primera idea de Jacobs para Le journal de Tintin no fue Blake y Mortimer. En realidad propuso desarrollar una historia de temática medieval titulada Roland el Valiente (Roland le Hardi), una idea que Hergé rechazó porque varias historias de la revista ya estaban ambientadas en esa época. Le pidieron que escribiera una historia de temática realista y contemporánea, y así fue como, finalmente, desarrolló El Secreto del Espadón con Blake y Mortimer como protagonistas. Al dibujante le costó especialmente arrancar con las primeras veinte páginas. De hecho, redibujaría en 1950 las primeras diecisiete antes de su publicación en álbum. Difieren por tanto de las publicadas en Le Journal de Tintin. Jacobs estaba acostumbrado a dibujar seis imágenes cada semana para El Rayo U, pero en esta nueva etapa debía entregar una página con un mínimo de nueve viñetas, además de otros trabajos. Consecuentemente, terminó confiando el entintado de las primeras páginas a su amigo Jacques Van Melkebeke, a quien el propio Jacobs daba cobijo en su ático, ya que la justicia belga aún le perseguía por actividades que llevó a cabo durante la ocupación alemana. Melkebeke terminaría pagando cara su colaboración con el periódico colaboracionista de los alemanes, Le nouvel Journal, e ingresaría en prisión al término de la contienda, perdiendo el papel de redactor-jefe de Le journal de Tintin. Por aquel entonces Jacobs vivía ya solo en su apartamento, ya que se acababa de divorciar de "Ninie", tras años de mutuas infidelidades. Ella se casaría con el pugil belga Cyrille Dellanoit.
 


Herge y Bob de Moor también colaboraron. En la fotografía viajan a bordo del buque
de pasajeros Koningin Astrid para realizar un viaje por el Mar del Norte y prepararon
la publicación de Stock de coque (Coke en stock) en 1956.

El 31 de enero de 1947, Jacobs deja de colaborar definitivamente con Hergé en las aventuras de Tintín y decide dedicarse a sus propios proyectos, dedicando toda su carrera, hasta los años setenta, a Blake y Mortimer, completando un total de ocho aventuras largas. Sin embargo, su deteriorada salud le impidió finalizar el segundo volumen de su última historia, Las tres fórmulas del profesor Sato, cuya primera parte se había publicado en 1977, y cuya conclusión tendría que terminar Bob de Moor años después de la muerte de Jacobs (1987). Demos un repaso a esas aventuras de Blake y Mortimer, joyas del noveno arte.

El Secreto del Espadón

Este primer tríptico que abrió la serie de Blake y Mortimer presentaba una notable influencia por la Segunda Guerra Mundial, que había dejado muy marcado a Jacobs. EEUU había lanzado las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki en Japón y toda esta temática sirve de inspiración para el dibujante (aunque esta vez el protagonista será el "imperio amarillo", en lugar de las tropas niponas del emperador Hiro-Hito). El argumento principal planteaba una futurible Tercera Guerra Mundial, aún más destructiva que su predecesora, que tendría lugar a finales de los años cuarenta y a comienzos de la siguiente década. El guion presenta un tono apocalíptico en el que el despótico líder chino Basam-Dandu, pretende convertirse en el dueño del planeta. Los protagonistas de la serie son dos británicos: el capitán Francis Blake, expiloto de la Royal Air Force, director del MI5 (servicio británico de contraespionaje) y su amigo, el profesor Philip Mortimer, físico nuclear, ingeniero armamentístico y uno de los científicos más eminentes del Reino Unido. Es él quien desarrolla una poderosa arma, muy destructiva, el Espadón, que será clave para plantar cara a las tropas chinas, en connivencia con el malvado Olrik, que podría proceder de algún país de Europa del Este. La aventura hace contínuas referencias a vocablos muy de moda en aquella época en la que se había avanzado tanto en lo relativo a física nuclear y a los conocimientos sobre la estructura atómica (radiactividad, protones, neutrones, uranio, ciclotrón, atomilita, turbinas, alternadores...), además de a numerosas expresiones británicas para darle ese toque inglés ("hello", "damned", "heaens", "thanks", "goodbye", "By jove!"...).


Bocetos preparativos a lápiz para El Secreto del Espadón (1948)

Jacobs parte de un argumento que previamente había ideado para El Rayo U, adaptándolo ahora a los nuevos personajes: Lord Calder se convierte en Francis Blake, el profesor Marduk toma la forma de Philip Mortimer, y el coronel Olrik es el malo de la pelicula, en la línea del capitán Dagon. Sus amigos Jacques Laudy, y Jacques Van Melkebeke le sirven de modelos en la definición de Blake y Mortimer respectivamente, mientras que él mismo se retrata como el malvado Olrik. Van Melkebeke jugó un papel importante en la elaboración de los guiones de la serie, siempre subordinado a las ideas principales de Jacobs. Actuaba como un revisor de los guiones que ayudaba a estructurarlos a partir de las directrices marcadas por Jacobs.


Edgard P. Jacobs, como Olrik (arriba) y sus amigos
Melkebeke (centro) y
Jacques Laudy (abajo)

Fue Van Melkebeke quien animó a Jacobs a darle a la aventura un toque de ciencia-ficción. Así, la trama se centra en una poderosa arma secreta: un vehículo anfibio (el Espadón) que opera desde una base submarina, capaz de emerger como un cohete y atacar al enemigo, para sumergirse de nuevo, una vez completada su misión. Inspirado en un libro de François Balsan sobre la historia de Baluchistán y la descripción de los acantilados del Makrán, Jacobs ubica la base secreta de los protagonistas en el Musandam, cerca del estrecho de Ormuz. El guion evoluciona a lo largo de aventura, siendo readaptado en varias ocasiones a medida que avanza la trama. También lo hizo el estilo de Jacobs, como cualquier lector puede advertir al comparar las primeras y las últimas páginas de la trilogía. El Secreto del Espadón tuvo muy buena acogida por el público, lo que motivó la posterior publicación de la aventura en formato álbum. Esto obligó a Jacobs a modificar el relato para adaptarlo a dos volúmenes de 62 páginas que publicaría Le Lombard. El primero, La persecución fantástica, se publicó en diciembre de 1950. Hergé no ocultó ciertos celos hacia Jacobs, quizá más bien un cumplido, apoyando a su antiguo colaborador, pero consciente de que este le haría la competencia, afirmando que  “Un álbum de Blake y Mortimer comprado es un álbum de Tintín que no venderé”.


Boceto a lápiz sobre papel vegetal (Edgard P. Jacobs, 1949)


El Misterio de la Gran Pirámide

La siguiente aventura, El misterio de la gran pirámide, consta de dos partes, que se publicaron en Le journal de Tintin entre el 23 de marzo de 1950 y el 28 de mayo de 1952, aunque hubo una interrupción de siete semanas, entre junio y agosto de 1950, debido al estrés del dibujante ante la ingente sobrecarga de trabajo que le suponía la creación de la aventura (además de su marcado perfeccionismo con todo lo que hacía). En ella se pone de manifiesto la pasión de Edgard P. Jacobs por la egiptología y la historia en general, haciendo un reboot al estilo de la serie, que cambia el tono apocalíptico de sus comienzos por el arqueológico. Dicho cambio seguramente vino motivado por la pasión por Egipto que se despertó en todo el mundo tras el descubrimiento de la tumba de Tutankamón en 1922, por el británico Howard Carter. El dibujante sitúa la aventura en la meseta de Guiza, ese mágico lugar que alberga las legendarias pirámides de Egipto. Cuida todos los detalles, reproduciendo fielmente numerosas localizaciones locales de la época, como el Museo Egipcio de El Cairo, las calles de la ciudad, las pirámides, etc.


Diversas localizaciones de El Cairo y la meseta de Guiza
(primera parte de El secreto de la Gran Pirámide)

La aventura gira en torno a un tesoro oculto en una cámara secreta de la pirámide de Keops, a pesar de que el egiptólogo Pierre Gilbert, que colaboró junto a Jacobs en esta aventura, le había asegurado que en la meseta de Guiza, excavada durante siglos, ya no quedaban tesoros por descubrir. Paradójicamente, tan solo cuatro años después de haberse escrito el guion, los arqueólogos desenterraron las barcas solares de Keops, que hoy en día se exhiben en una sala-museo junto a las pirámides. Jacobs hilvana un guion que parte de un misterioso papiro descubierto por el director del Servicio de Antigüedades de El Cairo, escrito por el sacerdote e historiador Manetón. Dicho papiro revela la existencia de una cámara secreta en el corazón de la pirámide de Keops, que contendría el tesoro funerario del faraón Akenatón, el faraón hereje que estabeció el culto a Atón. El hallazgo despertará la codicia de un grupo de contrabandistas coordinados por el malvado Olrik, que Jacobs recupera para esta aventura.


Portadilla del primer álbum - El Papiro de Maneton


Como en la aventura anterior, Jacobs sigue apoyándose en su amigo Jacques Van Melkebeke, que le proporciona valiosa información histórica y le ayuda con los textos y el guion de la aventura. La etnóloga Cérès Wissa Wassef le proporciona información sobre el Egipto moderno y la alta sociedad de El Cairo. El joven dibujante Albert Weinberg escribe e ilustra las dos páginas históricas con las que se abre la aventura en la revista Le journal de Tintin. También le ayuda a completar los decorados de las escenas ambientadas en el Museo de El Cairo.


Introducción de la aventura, realizada por Albert Weinberg


Estudio de cubierta para el segundo tomo de
El secreto de la Gran Pirámmide

 

La Marca Amarilla

Tercera aventura de la serie (y sexto álbum de la misma). La historia fue publicada por primera vez en la revista Le Journal de Tintin (5/VIII/1953 - 10/XI/1954) y posteriormente editada en formato álbum por la editorial Lombard, en 1956. Ambientada en Londres, aunque con otras localizaciones como el condado de Essex y Sudán, la aventura da un giro al estilo que Jacobs venía realizando hasta ahora, acercándose ahora mas a las novelas de Agatha Christie, de Fantômas o de Arséne Lupin, con menos toques sobrenaturales y un tono más policíaco y de suspense. Blake y Mortimer, con la ayuda de Scotland Yard, tratarán de averiguar quién es el misterioso personaje que anda detrás de los secuestros de cuatro figuras conocidas de Londres y que parece burlar a la policía una y otra vez. El villano acostumbra a dejar una firma parecida a la letra griega mu (μ), de color amarillo, lo que hace que su apodo sea precisamente "La marca amarilla". Mortimer termina atando cabos y, con ayuda de la policía, descubre que las víctimas tienen un nexo en común: un libro titulado La onda Mega (en el original, The Mega Wave). El libro, que explicaba la capacidad de controlar la mente de las personas a través de dicha onda, desató en su día todo un escándalo entre varios científicos y, tras la muerte de su editor, fue retirado de circulación. Esta pista llevará a los protagonistas hasta la guarida de su enemigo, con un desenlace que sorprenderá a todos.


Estudios de cubiertas para el álbum de La Marca Amarilla

Edgard P. Jacobs volvió a documentarse muy bien a la hora de ambientar la historia, viajando incluso hasta la capital británica en agosto de 1953, acompañado de Jeanne Faignard, para anotar referencias y tomar fotografías de edificios y localizaciones que posteriormente inmortalizaría en el álbum.


Jacobs viajó a Londres y fotografió la capital británica, que posteriormente
recrearía en el álbum con un alto nivel de detalle. En la viñeta, El Tower Bridge
junto a la Torre de Londres, en la que se guardan las Joyas de la Corona británica.

Precisamente el día nueve de ese mismo mes de agosto se publicó en Le Journal de Tintin una portada para promocionar la nueva aventura. La portada generó una disputa entre Jacobs y Hergé, entonces director artístico de la revista, ya que esa primera versión mostraba a un personaje clave de la aventura, Guinea Pig (cobaya, en inglés), en una pose que recordaba al vampiro Nosferatu, junto a las figuras de los protagonistas, Blake y Mortimer. con el Big Ben y las casas del Parlamento como telón de fondo. Hergé rechazó esta primera propuesta, considerándola inapropiada para un público infantil, objetivo de la revista, y pidió a Jacobs que modificase ese primer diseño.



Propuesta inicial de Jacobs para promocionar La Marca Amarilla en Le Journal de Tintin
- incluye anotaciones de Hergé con sugerencias a modificar -

Estamos ante la que es considerada por muchos como la obra más redonda de Jacobs, su obra maestra, todo un icono del cómic franco-belga, en el que el dibujante alcanza un nivel superlativo, tanto en detallismo gráfico como en las técnicas que utiliza (encuadres, planos, entintado, iluminación...). El dibujante también jugó muy bien con el color en este álbum, utilizando colores azulados, grises y violetas para las escenas nocturnas por las calles de Londres, que alternó con otras páginas de tonos anaranjados y cobrizo, con lo quiso infundir un tono más misterioso o de acción. También usó verdes, y otras páginas con tonos más neutros, para representar viñetas más cotidianas. El aĺbum estuvo a punto de interrumpir su publicación en Francia, debido al clima tétrico y fantasmal, incluso agobiante y onírico por momentos, que destilan sus páginas. El cine expresionista alemán sigue marcando a Jacobs en este nuevo álbum, con evidentes referencias a filmes icónicos como El gabinete del Doctor Caligari.


Boceto para viñeta en la que Septimus explica el funcionamiento
del Telecefaloscopio al profesor Mortimer


El Enigma de la Atlántida

En la cuarta aventura de la saga, Edgard P. Jacobs nos transporta a la isla portuguesa de San Miguel, en las Azores, y se inspira en la conocida leyenda de la ciudad sumergida de la Atlántida. La aventura se publicó por primera vez en la revista habitual, Le Journal de Tintin, entre el 19 de octubre de 1955 y el 19 de diciembre de 1956. Al año siguiente, en 1957, la editorial Lombard la editaría en formato álbum. Jacobs se documenta muy bien, como siempre, a la hora de elaborar el guion. En aquellos años ya existían más de 20 000 libros relacionados con el tema y este decide leer los textos de Platón, el Timeo y el Critias. En este último, Platón narraba la historia de un muchacho que escuchaba un relato de su abuelo y que se remontaría nueve mil años antes de Cristo, cuando los ciudadanos de Atenas detuvieron el avance del imperio de los atlantes, habitantes de la isla de la Altántida, más allá de las Columnas de Hércules, asociados históricamente con Gibraltar y con alguno de los montes africanos (Hacho o Musa).


Posibles localizaciones de la Atlántida, junto a las columnas de Hércules

La isla de la Atlántida habría desaparecido en el mar en una violenta catástrofe y un gran diluvio tras la victoria ateniense. Este cataclismo ha hecho que tampoco se descartase la isla griega de Santorini como posible ubicación de la legendaria ciudad​, ya que allí tuvo lugar una erupción del volcán de Tera, aunque este tuvo lugar hacia el año 1500 a.C., fragmentando la isla en tres partes y dejando tras de sí una devastación que precipitó el colapso de la civilzación minoica. Durante los siglos XVI y XVII se asoció a las islas de las Azores y las Canarias (también las Antillas) con el continente perdido. Jacobs tuvo sus dudas sobre dónde ubicarlo, y llegó a plantearse, aparte de la ubicación Atlántica, muchas otras (la isla de Thule, Nigeria, el desierto del Sahara, el Mediterráneo, Tartessos (Andalucía), el mar Báltico, alrededor de Creta e incluso en un remoto e inaccesible lugar de América Central.


Blake observa un plano de una gruta profunda conocida localmente como
"O Foro do Diabo", escenario de buena parte de la aventura

En sus diálogos, Platón mencionaba el oricalco, un misterioso mineral que los atlantes habrían utilizado para desarrollar una avanzada tecnología, en su refugio bajo tierra, donde habrían seguido viviendo durante siglos. Jacobs explota esta idea para desarrollar el arranque de la aventura, ambientado en una profunda cueva de la Azores que Blake y Mortimer visitan en una exploración espeleológica, acompañados de expertos locales. El por qué Jacobs decide enterrar a la Atlántida, además de su predilección por sus ambientaciones claustrofóbicas, es precisamente para justificar la posibilidad de que una civilización tan desarrollada como la de los atlantes hubiera pasado desapercibida durante siglos, especialmente a vista de pájaro (aviones, globos...). Al oricalco, por cierto, le otorga propiedades radiactivas, algo que no se mencionaba en el diálogo de Platón. El dibujante combina todas estas ideas con otros elementos, muchos de los cuales recuerdan a Viaje al Centro de la Tierra. Recordemos que, en la novela de Verne, los protagonistas exploraban un vasto mundo subterráneo, en el que se encontraban un ecosistema prehistórico con criaturas como ictiosaurios, plesiosaurios, y entre ellas, un grupo de pterodáctilos volando sobre un lago subterráneo, como en la aventura de Blake y Mortimer.


Viñetas de la aventura con evidentes influencias de la novela de Verne.
La última viñeta fue censurada en su día y reemplazada por otra.

Es posible que el dibujante también se sintiese influido por la temática atlante tras la lectura de novelas contemporáneas relacionadas, como L'Atlantide et le règne des géants, de Denis Saurat (1954), que precisamente había leído (y anotado).Pero Jacobs va un paso más allá y dota a la historia de tintes de ciencia ficción, especialmente con la temática ovni, muy de moda en los años cincuenta (recordemos que el caso Roswell tuvo lugar en el verano de 1947), reinterpretando el mito platónico. El álbum da un giro de guion hacia un modelo space opera, claramente influenciado (ambientación, vestuarios, tecnología...) por la serie de Flash Gordon de Alex Raymond que Jacobs ya había asimilado previamente y puesto en práctica en su debut en el mentado El Rayo U.


Las viñetas presentan marcadas influencias del Flash Gordn de Alex Raymond

Pudo haber más influencias, como El Faraón de las Cavernas (1950), publicada en la revista Journal de Spirou ( 452-474), o por la novela À l’assaut de l’Atlantide, de Léopold Massièra, ilustrada por Yves Mondet (IX/1953). En ambas se consideraba la idea de que la Atlántida estaría amenazada por una posible colisión con un cuerpo celeste, lo que llevó a los atlantes a refugiarse bajo tierra, levantando una nueva Atlántida, donde desarrollaron una civilización mucho más evolucionada. Como vimos, la Segunda Guerra Mundial también habría marcado a Jacobs, que consciente o inconscientemente hace guiños a la iconografía nazi en las banderas, colores y saludos de la facción atlante liderada por el filocontarco Magón.


Algunas viñetas parecen claramente influenciadas por la simbología nazi

El autor también utiliza de forma deliberada nombres y localizaciones con estilo griego (o que suenan a griego), relacionando a los atlantes con dicha civilización (Theodos, Ícaro, Arios, Poseidópolis, Omeagara, Sferos, Celeros, Kylos, Pirgos...), e incluso hace referencias al todopoderoso Zeus, deidad atlante. Incluso los caracteres de los atlantes recuerdan a los griegos.


Los caracteres de los atlantes coinciden en muchos casos con
las letras del alfabeto griego

También existen referencias a las civilizaciónes precolombinas, con evidentes guiños a mayas, aztecas, olmecas e incas en la ciudad bárbara de Itzamal. Algunos nombres de los pueblos bárbaros recuerdan poderosamente a los de las civilizacones mesoamericanas, como el caso del personaje Tlalac o de las deidades que mencionan: Huehueteoc, Hurakan, Huetedtl o Hunab Ku. La conexión olmeca no es casual, ya que se ha especulado con la idea de que dicha civilización, considerada la “cultura madre” de Mesoamérica (1500 a.C. y el 100 d.C.) pudiera tener conexiones con civilizaciones remotas, como la Atlántida, debido a la similitud de su arte con el de Egipto. Esta hipótesis, aunque controvertida, ha alimentado la fascinación por una civilización que sigue envuelta en misterio. La civilización olmeca gozó de un notable desarrollo cultural, político y artístico, aunque fue desapareciendo poco a poco, posiblemente causada por conflictos internos o factores ambientales, influyendo notablemente en otras culturas posteriores. Estos bárbaros de los que hablamos, vivirían segregados respecto de los atlantes, una idea que recuerda (además del Imperio Romano), a la conocida novela de Aldous Huxley, Un Mundo Feliz, publicada en 1932, y que habría podido pasar por las manos de Jacobs, amante de la ciencia ficción.


Busto olmeca que pudo haber inspirado a Jacobs


Referencias a la culturas precolombinas en el álbum

Los atlantes se rigen por una estructura de poder piramidal, con el Basileus en la cúspide (tío del príncipe Ícaro, aeroestratega de la flota aérea - strategos -), un líder militar, al que llaman Fulacontarco (o Contarcos, sinónimo de jefe), encarnado por el malvado Magón, una escuadra aérea, controlada desde el aerocatrón (liderado por Arios), un centro de seguridad, donde reside el Basileus, y una guardia (los llamados Fulos). La civilización se extiende, más allá de su capital, Poseidópolis, a través de un complejo de grutas colosales, que unen pasos, canales, lagos, puertos y centrales.


Una imagen de la desarrollada civilización atlante, en el álbum de Jacobs

El argumento principal de la aventura  en torno a un complot liderado por el fulacontarco Magón, en connivencia con los pueblos bárbaros, para derrocar el actual regimen atlante con el Basileus a la cabeza. Jacobs vuelve a involucrar en dicho complot al pérfido Olrik, villano fetiche, recurrente en todas las aventuras hasta entonces y que jugará un rol importante en la historia, pero no revelamos ningún secreto más sobre la trama. Simplemente, y como curiosidad, comentar que el álbum se libró de la censura por muy poco, ya que Jacobs coló in extremis una viñeta susceptible de ser vetada, en la tercera página, por la que recibió un toque de atención que le condicionaría, obligándole a ser más cauto en las páginas siguientes, algo de lo que se lamentaría posteriormente. El autor se planteó desarrollar El Enigma de la Atlántida en dos volúmenes, como ya hiciera con El Misterio de la Gran Pirámide, pero desde la revista Le Journal de Tintin se rechazó la idea de estirar tanto el chicle, temiendo que el autor sucumbiera a un proyecto interminable. La aventura es, en definitiva, una gran aventura, muy bien valorada por la crítica y los aficionados, y en la que el dibujante vuelve a plantearnos la reflexión sobre los riesgos inherentes al desarrollo científico cuando este cae en manos irresponsables y se pone al servicio de fines equivocados.


Esta viñeta se libró de la censura por muy poco

S.O.S. Meteoros

Jacobs sitúa su quinta aventura de Blake y Mortimer (octavo álbum, en realidad), S.O.S. Meteoros en Francia, comenzando en el corazón de su capital, París, ciudad que el autor conocía muy bien. De hecho, las primeras viñetas abren con una hermosa ilustración del edifiio de la Ópera Garnier de Paris, y diversas localizaciones céntricas como Les Invalides (y su estación), la iglesia de la Madeleine, la plaza de la Concordia, diversas calles céntricas (Fauburg Saint-Honoré, Royale, Vaugirard, Saussaies) o las estaciones de Cité Universitaire, Denfert-Rochereau, Port-Royal y Luxemburgo. El álbum se publica de forma seriada, por episodios, como siempre, en la revista Le Journal de Tintin (8/I/1958 - 22/IV/1959), y se publicó posteriormente en álbum por la editorial Lombard en septiembre de 1959. Dicho álbum se publicó inicialmente como Mortimer en París.


La Ópera de París es recreada por Jacobs en las primeras viñetas de la aventura

El argumento lleva al profesor Mortimer a Francia, invitado por un amigo meteorólogo, el profesor Labrousse, para investigar unos extraños fenómenos meteorológicos que están aconteciendo en el oeste de Europa. Las primeras páginas son oscuras (con colores apagados, azulados y verdosos) y cargadas de acción, con accidentes de coches, persecuciones, espías, caos urbano... Parece como si el autor quisiera meternos pronto en la aventura insuflándole ese arranque tan movido desde el comienzo de la misma. La idea de jugar con el cambio del tiempo podría venir infuenciada por las inclemencias del clima que sufrió Jacobs durante su estancia en la campiña belga en 1955, junto a su segunda esposa, en una casa de dos plantas en Bois des Pauvres, cerca de Waterloo. En aquellos años, el autor vivió veranos muy calurosos e inviernos especialmente fríos, olas de frío, sequías, inundaciones catastróficas... Y de ahí surgiría el embrión del argumento de este álbum. Es desconcertante que, en España, la publicación del integral de Norma en septiembre de 2024 anticipase con tan solo unas semanas de margen la devastadora dana que arrasó Valencia el 29 de octubre de 2024, más de sesenta años después de que Jacobs dibujase la historia. Caprichos del destino.


Izda.: Ilustración para portada de S.O.S. Meteoros (Tintin, nº 488, 1958)
Restaurada y coloreada por Sebastian Gérard.
Dcha: Estudio a color para la portada de S.O.S. Meteoros

Las capacidades de Jacobs como visionario van más allá. Si bien el argumento de S.O.S. meteoros podría haberse inspirado en las teorías conspiranoicas relacionadas con el proyecto británico Cumulus, un supuesto proyecto para el control del clima desde las jerarquías militares, lo cierto es que anticipa con décadas de margen al proyecto HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program), iniciado en 1993 en Alaska. Dicho proyecto ha sido objeto de teorías conspirativas desde finales de esa década, que sugieren que el programa, oficialmente dedicado a estudiar la ionosfera para mejorar las comunicaciones y sistemas de vigilancia, podría ser capaz de manipular el clima, generando desastres naturales como terremotos, huracanes y sequías, e incluso afectar el comportamiento humano mediante ondas electromagnéticas. En todo caso, son teorías promovidas por grupos y autores conspiracionistas que carecen de respaldo científico. Jacobs se documentó muy bien, como es habitual, de cara a la elaboración de esta aventura. Junto a su esposa, el dibujante se desplazó en 1957 hasta diversas localizaciones a pie de campo para tomar anotaciones y fotografías que posteriormente recrearía en el álbum, como él mismo explica en su autobiografía. Utilizó mapas detallados de las afueras de París, descubriendo una zona que encajaba muy bien para ubicar su Castillo de Troussalet, ya que la disposición de la entrada permitía acoplar la persecución que había imaginado entre el taxi y el Ford Custom.


Mapa de los alrededores de París que Jacobs habría visitado junto a su mujer

Dicho castillo será la nueva guarida de Olrik y su banda, liderada por Sharkey. Sin embargo, según un artículo de Emmanuel Mailly, la entrada y la arquitectura del Castillo de Buc, en el que se habría inspirado Jacobs, no coinciden exactamente con las que vemos en sus ilustraciones El autor de la web www.fanopabo.com aclaró el misterio: en realidad, el Castillo de Troussalet no es otro que el castillo del parque Wolvendael, ubicado en Bélgica, en Uccle, cerca de Bruselas. Jacobs era Vecino de ese lugar, y lo visitaba con frecuencia, por lo que habría sido en realidad su modelo.


El castillo del parque Wolvendael (Uccle, cerca de Bruselas) inspiró a
Jacobs como modelo para el castillo de Troussalet, cerca de Duc (Francia)

También identificó otros lugares, como la casa del profesor Labrousse en Jouy-en-Josas, los estanques de la Ginesta y otras localizaciones al oeste de la capital, en los antiguos barrios de Sena y Sena y Oise (hoy en día departamentos de Essonne, París y Yvelines). La caída al estanque del profesor Mortimer en los primeros compases de la serie podría ser una proyección de los recuerdos y miedos de la infancia del dibujante, tras aquella caída de la que hablamos al comienzo del artículo en el pozo de su casa, de niño. De hecho, se respira un tono surrealista y onírico en esa primera parte del álbum, precisamente por lo irreal que resulta todo ante los extraños fenómenos meteorológicos que tienen lugar. Más adelante, la aventura irá cogiendo un ritmo trepidante, con un intenso in crescendo, especialmente a partir de la segunda mitad del álbum, en la que tiene lugar una persecución entre Blake y los secuaces de Olrik que engancha muchísimo.


Izda.: Ilustración para portada de S.O.S. Meteoros (Tintin, nº 488, 1958)
Restaurada y coloreada por Sebastian Gérard.
Dcha: Estudio a color para la portada de S.O.S. Meteoros

En España el álbum se publicó en el nº 591 de la revista Domingos Alegres (25/VII/1965), del sello editorial Novaro, aunque se publicó mucho antes en castellano en el nº 2641 de la revista chilena El Peneca (30/VII/1959).  tardó en publicarse unos años debido a la ley de prensa que estableció el ministro Manuel Fraga, que bloqueó numerosas publicaciones extranjeras desde 1966. El álbum contó con una versión radiofónica que se emitió a través de la emisora O.R.T.F. en 26 capítulos que duraron más de cuatro horas y media, además de una versión animada de Blake y Mortimer, en dos episodios, que formaron parte de una serie franco-belga-canadiense producida por los estudios Eclipse y Cactus.


Boceto de Jacobs para el peligroso Sadi, perro de la banda de Olrik


La Trampa Diabólica

La Trampa Diabólica es la sexta aventura de la serie (y el noveno álbum) de entre las escritas y dibujadas por Jacobs, aunque también contó con el apoyo de Liliane y Fred Funcken. Se publicó por primera vez en la revista Le Journal de Tintin (1960-1961), y posteriormente en álbum, en 1962. La aventura gira en torno al Cronoscafo, una suerte de máquina del tiempo creada por el fallecido profesor Miloch.


Reproducción del Cronoscafo, la máquina del tiempo
que aparece en la historieta (Fte.: Castilla Cómic)

Mortimer hereda de este una propiedad en La Roche-Guyon, en Francia, donde se topa con dicho aparato. Mortimer ignora las advertencias de su compañero Blake, y activa la máquina, que le envía a través de un viaje temporal cargado de peligros. En su primera etapa viajará 150 millones de años al pasado, enfrentándose a dinosaurios (evidentes referencias a novelas como El Mundo Perdido de Sir Arthur Conan Doyle o La máquina del tiempo de H.G. Wells), dándose cuenta de que Miloch lo había dejado atrapado en el pasado.


Las siguientes viñetas tienen una clara influencia en las novelas de ciencia ficción como
La máquina del tiempo (H.G.Wells) y El Mundo Perdido (Sir Arthur Conan Doyle)

De la época antediluviana, Mortimer salta después hasta la Francia del siglo XIV, en plena Guerra de los Cien Años, contienda eterna entre ingleses y franceses, donde ayuda a una joven noble, Agnés (hija del Señor del castillo Guy de la Roche) a escapar de una revuelta campesina. Saltará al siglo LI, en concreto al año 5060, encontrándose un mundo devastado tras guerras nucleares y biológicas, colaborarando con el Movimiento Mundial de Liberación, liderado por el doctor Focas, para rebelarse contra un régimen tiránico. El profesor conseguirá finalmente regresar al presente, evitando una explosión mortal preparada por Miloch, aunque el Cronoscafo quedará destruido. El álbum es un tanto especial, ya que se centra exclusivamente en Mortimer, sin Blake como coprotagonista, y tambien sin Olrik, eterno enemigo de la pareja. La Trampa Diabólica mezcla una vez más ciencia ficción y acción, además de invitar a reflexionar sobre la naturaleza humana a lo largo de las diferentes épocas visitadas por Mortimer.


La variedad de los escenarios de La Trampa Diabólica la hacen destacar de las demás,
pudiendo considerarse la más espectacular de todas en ese sentido

Podríamos considerar que, de todas las aventuras de Blake y Mortimer, La Trampa Diabólica puede considerarse la más espectacular por la variedad de sus escenarios y por las épocas en las que se desarrolla, ya que se trata de un viaje en el tiempo. Un año después de su publicación, en mayo de 1962, Jacques Langeais y Nicole Strauss adaptaron la historia para su emisión radiofónica, con René Wilmet a cargo de la realización. Los papeles de Blake y Mortimer fueron interpretados por Maurice Teynac y Jacques Morel, que interpretó fielmente a un Mortimer lleno de carácter y con un marcado acento inglés. El humorista Roger Carel prestó su voz al grotesco espectro que aparece en el futuro, y Jean-Pierre Marielle, que encarna al doctor Focas con una interpretación que fue muy elogiada por el propio Jacobs. André Popp, compositor de Tintín y el misterio del Toisón de Oro, estuvo detrás de la banda sonora, emitiéndose la historia por Francia II en 27 episodios, etre el 3 de mayo y el 19 de julio de 1962, a lo largo de un total de 4 horas y 54 minutos.


Boceto de Mortimer realizado por Jacobs, que toda al personaje de vida propia.
(La trampa diabólica, página 14, viñeta 1)



Bocetos de preparación para las primeras páginas de La Trampa Diabólica

 

El Caso del Collar

El caso del collar, séptima aventura y décimo álbum de la serie, se publicó semanalmente, como en los casos anteriores, en la revista Le Journal de Tintin (24/VIII/1965 - 19/VII/1966), y en álbum al año siguiente, en septiembre de 1967. El autor cuenta esta vez con la ayuda de Gérald Forton, con quien contactó la redacción de Tintín, que se encargaría del entintado de las primeras 20 páginas y del diseño de los decorados, escenas de multitudes y de vehículos. El resultado no dejó muy satisfecho a Jacobs, que las finalizaría después justificando que, de otro modo, los lectores habría notado la diferencia. Fue la primera vez que el autor desarrolló una aventura de género totalmente policíaco, sin tintes esotéricos ni de ciencia ficción o fantasía. Blake y Mortimer colaboran en esta ocasión con el comisario Pradier, investigando en París el robo del collar de María Antonieta, que había desaparecido en 1785 y que un inglés, Sir Williamson, acababa de reencontrar y pretendía hacer llegar a Isabel II. Jacobs recupera en esta aventura a su villano fetiche, Olrik, que colaborará con un personaje clave para simular el robo, tratando de confundir a los protagonistas reemplazando el collar por una copia.



Anuncio de la publicación de la aventura Tintín (n.º 33, 17/VIII/1965)


Estudios para portadas del álbum

En la aventura el dibujante nos lleva de nuevo a París, por diversos distritos de la capital francesa, incluidas sus célebres catacumbas, alcantarillas y canteras subterráneas. ¿Se enfrenta aquí Jacobs a sus propias fobias de niño, cuando cayó a aquel pozo del que tuvo que ser rescatado? ¿Afloran en esta aventura sus miedos de su remota niñez? ¿O quizá se inspiraba Jacobs en relatos populares como El Fantasma de la Ópera? Sea como fuere, será en ellos donde se desencadene una persecución para tratar de localizar el collar auténtico. También tira de historia, trayendo al presente el polémico "Asunto del Collar", un escándalo que tuvo lugar en 1785 y que implicó a la reina María Antonieta, dañando aún más su ya mala reputación. Aunque la reina rechazó adquirir un costoso collar, su firma fue falsificada por Jeanne de Valois-Saint-Rémy para estafar al cardenal de Rohan. Jeanne fue declarada culpable, pero el caso se gestionó torpemente y hundió la imagen de la monarquía, avivando el descontento popular contra Luis XVI en mitad de una profunda crisis económica. Este evento, símbolo de la corrupción y el despilfarro de la monarquía, es considerado un elemento clave previo al desencadenamiento de la Revolución francesa, inspirando obras literarias como El collar de la reina de Alejandro Dumas. ¿Leería Jacobs dicha novela?
 


Boceto Jacobs y página final de El caso del collar

Como siempre, el carácter detallista del autor le llevó a documentarse antes de ejecutar el álbum, visitando personalmente las rutas subterráneas que recorrerán posteriormente los protagonistas, y toma también ideas tras el derrumbe de las galerías subterráneas de Clamart e Issy-les-Moulineaux, el 1 de junio de 1961, que se tragaron, en cuestión de minutos, seis calles y dejaron 23 edificios y un estadio en ruinas tras intensas lluvias, provocando la muerte de 21 personas. El epicentro del desastre estuvo entre el boulevard Rodin en Issy-les-Moulineaux y la avenue Henri-Barbusse en Clamart. El barrio fue completamente reconstruido en los años 70, destacando las torres de la Z.A.C. Rodin. Las causas nunca llegaron a determinarse con certeza, aunque se piensa que pudo deberse al mal estado de las canteras, a un posible atentado de la OAS o incluso al almacenamiento de municiones en la cartuchería Gévelot.


Derrumbe de las canteras en Clamart, 1961 - Archivos municipales de Clamart

El álbum bebe del cine negro de los años 1950 y 1960. El comisario Pradier presenta el aspecto de Jean Gabin, protagonista de la película de Jean Delannoy, Maigret y el caso de la Condesa (1959). El álbum también contó con una adaptación animada, que se emitió el 25 de junio de 1997, aunque con algunas licencias: se añadió un elemento sobrenatural ajeno a Jacobs: el fantasma de María Antonieta, que aparece durante el robo del collar, junto a Margaret, prima de Mortimer y especialista en fenómenos fantasmales. Lo cierto es que, después de ver la afición de Jacobs por el espiritismo, tampoco es un elemento que no hubiera podido pasar por su cabeza.


Bocetos de preparación para las primeras páginas de La Trampa Diabólica

 

Las Tres Fórmulas del Profesor Sato

La octava y última aventura dibujada y guionizada por Jacobs, aunque no enteramente, como se ha comentado, fue Las tres fórmulas del profesor Satō, también desarrollada en dos partes, al igual que El secreto de la Gran Pirámide. La primera parte se publica en entre 1971 y 1972 en la revista habitual, Le Journal de Tintin y posteriormente, en 1977, en álbum. Pero Jacobs se fue haciendo mayor y perdió la motivación para terminar ese último trabajo, falleciendo el 20 de febrero de 1987. Al haber dejado escrito el guion en su totalidad, la editorial encargó a Bob de Moor que finalizase esa segunda parte, que terminaría publicándose en 1990, dieciocho años después del momento en que empezase a publicarse la primera parte.


Diseños de portada
para el segundo tomo de Las tres fórmulas del profesor Sato

Jacobs había ido rumiando el guion unos años antes, en 1967, desde su cabaña de Bois des Pauvres, en el Brabante valón, entre Lasne y Waterloo, pensando en retomar la ciencia ficción, ausente y echada de menos por los lectores en El caso del Collar. Decide introducir a una organización criminal llamada Scorpio (que me recuerda a la Spectra de Ian Fleming y sus novelas de Bond), que trataría de hacerse con el control del mundo a través de la robótica, una suerte de tecnocracia digital, muy de moda en los tiempos que corren actualmente. Fue este uno de los proyectos más ambiciosos de Jacobs, desarrollado esta vez la historia en Japón, en localizaciones como Tokio, Kioto o la bahía de Sagami (donde se encuentra la villa del profesor Satō). El propio Jacobs reconoció que le fascinaba desde siempre la cultura y el arte japoneses y quiso, además, cambiar radicalmente de aires llevando la aventura al país del sol naciente. Además, se dio la casualidad, caprichos del destino, de que Chantal, la hija de Van Melkebeke, se había casado con Hasumi Shigehiko, un profesor japonés de la Universidad Imperial Todai que le ayudaría a hacer acopio de la documentación necesaria (fotos de taxis, trenes, tiendas, hoteles... además de información sobre artes marciales o el teatro kabuki).También estudió la cultura y la forma de pensar niponas, fusionando lo clásico y tradicional con lo moderno. Durante el día, Satō es el profesor que dirige el Instituto de Ciencias Espaciales y Aeronáuticas, y por la noche se transforma en el Sensei Satō, en su casa de Sagami, que se da sus baños y viste un yukata.. Como vemos, Jacobs mima al detalle todas estas cosas, siguiendo su habitual forma de trabajar en lo que a tareas de documentación se refiere, recreando así la villa del profesor Satō, en la hermosa bahía de Sagami, y su día a día siguiendo la línea arquitectónica tradicional y la cultura japonesas.


Algunas viñetas del álbum que recrean los paisajes y la cultura niponas

Aunque el guion se leyó por primera vez el 24 de abril de 1967, durante un almuerzo con Michel Greg, la primera parte de *Las tres fórmulas del profesor Satō* no empezaría a publicarse hasta cuatro años después, como hemos explicado. Jacobs quería crear el mejor álbum de su carrera. Cuando termina la primera parte, en 1972, con un potente cliffhanger en el que el androide de Mortimer tambaleaba en el vestíbulo del banco Sumitomo, la editorial Lombard le propone reeditar El rayo U, que Jacobs modernizaría después de tantos años, interrumpiendo la conclusión del proyecto nipón, que el autor retomaría en 1975, tras una operación de cadera. Sin embago, una mala caída de su esposa y su posterior fallecimiento, en 1977, además de su artritis, terminaron por robarle la energía vital que necesitaba para terminar su proyecto. Finalmente, Jacobs consideró oportuno pasarle el proyecto a Bob De Moor, aunque no contó con el beneplácito de Hergé.


Boceto de la pelea entre Mortimer y Tomihiro, esbirro de Kamamura, en la avioneta.
Se incluyó en la página 20 de la primera parte de la aventura.

Jacobs fallece en 1987 y el 15 de febrero de 1989, Bob de Moor firma un contrato quele obliga a finalizar el proyecto antes del 31 de diciembre de 1989. El dibujante contaba con los guiones y diálogos que ya había dejado escritos Jacobs, junto con indicaciones sobre el tono de cada bocadillo. También contaba con la documentación que Jacobs había guardado en la caja fuerte de su Fundación: mapas, libros, planos de la villa de Satō y del robot samurái... además de muchas fotografias en las que el dibujante posaba como modelo de los personajes. Bob De Moor tuvo queseguir el método de trabajo fotográfico de Jacobs, que captaba así las actitudes de sus personajes a la perfección. Aunque De Moor intentó imitar esta técnica, eĺ prefería en realidad dibujar directamente del natural, porque el dibujar apartir de fotografías tendía a hacer más rígido su trazo y sus personajes perdían naturalidad.


Algunas fotografías tomadas por Bob de Moor con ayuda de Phillipe Biermé,
de la Fundation Jacobs, siguiendo el método fotográfico de Edgard P. Jacobs

La idea era presentar el segundo álbum a finales de enero de 1990 en el Festival de Angulema, pero en diciembre de 1989, Bob de Moor solo había logrado completar las primeras 25 páginas de las 46 totales. Esto le llevó a contar con la ayuda de Geert De Sutter, que ya había colaborado con De Moor en las primeras páginas, dibujando el lápiz de los decorados desde la página 31 hasta el final. De Moor trabajaba bajo presión, a contrareloj, a un ritmo al que no estaba acostumbrado, algo que le estresó por los plazos impuestos, sobre todo porque quería trabajar al mismo nivel de calidad y detallismo que Jacobs.


Bocetos de Jacobs para la página 10 de la primera parte de la aventura

Respecto al guion, abre con un viaje de Mortimer a Japón para ayudar a su amigo, el profesor Akira Satō, experto en cibernética y robótica. Satō se enfrenta al ladrón de uno de sus proyectos tecnológicos, que no será otro que el archienemigo de los protagonistas, Olrik, siempre con fines oscuros, buscando el beneficio propio. Como en casi todas las aventuras, Mortimer contará una vez más con la ayuda de su amigo Blake, ausente en la primera parte, que tomará más protagonismo en la segunda parte, investigando la desaparición del primero y enfrentándose a un clon robótico de este, frustrando los planes de Olrik y recuperando las fórmulas de Satō. Bob De Moor tuvo que decidir qué modelo de Blake utilizar: el de los primeros álbumes, el de El secreto del Espadón, La marca amarilla o El asunto del collar. Al final decidió dibujarlo a su manera, algo que se criticó desde France-Soir, que comentó que el personaje resultaba irreconocible en algunas ocasiones ("una caricatura de sí mismo con las piernas demasiado cortas". en palabras de la revista). La serie fue adaptada igualmente al formato de animación, como en casos anteriores. Con esta aventura se cerró el círculo y ponemos fin al análisis de las historietas de Blake y Mortimer en las que intervino su legendario autor, Edgard P. Jacobs. Terminamos haciendo un breve análisis de su legado, sus influencias y las publicaciones de las historietas.


Las ilustraciones de Jacobs dan muestra del interés del dibujante por la cultura nipona

 

Conclusiones e influencia de Jacobs en el cómic

El aporte de Jacobs al mundo del cómic es fundamental, desarrollando un estilo que conjugaba ópera e historieta, un maridaje entre narrativa y viñetas con sus característicos bocadillos cargados de texto (además de los cartuchos explicativos que acompañan muchas de sus viñetas). Y es que Jacobs veía el cómic como una ópera en papel, con sus héroes y villanos, con figuras sabias o sacerdotales, con sus coros e incluso con sus ballets y decorados. Concebía el cómic como un espectáculo en papel, cargado de grandilocuencia y de giros inesperados. Lamentablemente, el dibujante nunca disfrutó en vida de un merecido reconocimiento a la altura de sus méritos como historietista, a pesar de que hoy en día se le considera uno de los más grandes autores del cómic europeo. Su obra está cargada de numerosas referencias literarias asimiladas durante su juventud, de novelas de Wells y de Verne, de Conan Doyle, Dickens o Edgard Allan Poe, pero también de Dickens, Stevenson, Kipling, Dumas, entre otros muchos. Jacobs también se vio influenciado por otras manifestaciones artísticas: las pinturas de Durero, Holbein y Doré, los cómics de Georges Omry, e incluso por de grandes clásicos del cine expresionista alemán, como las películas de Fritz Lang (Metrópolis), Robert Wiene (El Gabinete del Doctor Caligari) o F.W. Murnau (Fausto). Su obra tampoco estuvo exenta de ciertos toques esotéricos, más marcados en determinadas aventuras. Su interés por lo fantástico venía de muy atrás, desde que era niño, cuando quedó marcado por algunos de los autores británicos antes mencionados. Jacobs y sy amigo Van Melkebeke no solo compartían pasión literaria, nutríéndose de ideas relacionadas con el misterio o la alquimia, sino que, como se ha comentado, llegaron a practicar sesiones de espiritismo junto a Jacques Laudy, prometiéndose mutuamente que aquel de los tres amigos que falleciera primero, enviaría al resto una señal desde el otro lado como prueba de la pervivencia del alma tras la muerte.Todo ese esoterismo se respira en algunas de sus historietas.

Perfeccionista y meticuloso como era, Jacobs buscaba dotar sus historietas de realismo y la autenticidad, apoyándose en una extensa documentación, a veces obtenida a través de visitas a los lugares donde ambientaba esas historias. De alguna manera, Jacobs era un adelantado a su época. Prefería trabajar solo y rara vez pedía ayuda a sus colegas, reservando estas colaboraciones para tareas menores como el entintado o el coloreado. En palabras de uno de sus biógrafos, François Rivière, Jacobs ayudó a elevar el cómic a un nivel más maduro, sacándolo del ámbito exclusivo de los niños, con personajes adultos e historias más oscuras y complejas. Que se hayan publicado más aventuras de Blake y Mortimer, tras la muerte de Jacobs, que las realizadas por el propio Jacobs, dice mucho de el valor de ese legado que nos ha dejado, capaz de haber perdurado hasta la actualidad, y de vivir una segunda juventud con el nuevo integral que actualmente publica la editorial Norma en nuestro país. Demos un repaso a las publicaciones de la serie antes de cerrar el articulo.

Jacobs utilizó este dibujo magistral como frontispicio del capítulo dedicado a la génesis
 de La trampa diabólica en sus memorias, Una ópera de papel, publicadas en 1981.
Diseñado como un cartel cinematográfico, presenta a Mortimer como un auténtico
conquistador del espacio-tiempo. Nada en la composición se deja al azar
Se advierte, en la parte inferior, el Cronoscafo que ha llevado a Mortimer a los albores del
Jurásico, con pteranodontes y un elasmosaurio, peigros a los que tendrá que enfrentarse.

 

RELACIÓN DE AVENTURAS DE BLAKE Y MORTIMER DE EDGARD P. JACOBS

- El secreto del Espadón (1946-49, Le Secret de l'Espadon, tres volúmenes)
   (Le Journal de Tintin, 26/IX/1946
8/IX/1949) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1987 / Norma IX/2005 y VII/2006 / Integral Norma nº 1, I/2024 )
- El misterio de la Gran Pirámide (1950-52, Le Mystère de la Grande Pyramide, dos volúmenes)
   (Le Journal de Tintin,
23/III/1950 28/V/1952) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1983 / Norma III/2000 y VII/2004 / Integral Norma nº 1, I/2024)
- La Marca amarilla (1953-54, La Marque Jaune)
   (Le Journal de Tintin,
6/VIII/1953 10/XI/1954) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo III/1984 /Norma VIII/2000 / Integral Norma nº 2, IX/2024)
- El enigma de la Atlántida (1955-56, L'énigme de l'Atlantide).
   (Le Journal de Tintin, 19/X/1955
19/XII/1956) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1984 / Norma IX/2001 / Integral Norma nº 2, IX/2024)
  (Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs - Integral Norma nº 2, IX/2024)
- S.O.S. Meteoros (1958-59, S.O.S. Metéores: Mortimer à Paris).
   (Le Journal de Tintin,
8/I/1958 22/IV/1959) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1985 / Norma VII/2006 / Integral Norma nº 2, IX/2024)
  (Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs - Integral Norma nº 2, IX/2024)
- La trampa diabólica (1960-61, Le Piège diabolique)
  (Le Journal de Tintin,
22/IX/1960 –21/XI/1961) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1985 /Norma VII/2004 / Integral Norma nº 3, 2025)
- El caso del collar (1965-66, L'Affaire du Collier)
   (Le Journal de Tintin, 24/VIII/1965
– 19/VII/1966) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1986 / Norma V/2004 / Integral Norma nº 3, 2025)
- Las tres fórmulas del profesor Sato (1970-72, Les trois Formules du Professeur Sato: Mortimer à Tokyo.)
   (Le Journal de Tintin, 5/X/1971
- 30/V/1972) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Norma XI/2005 / Integral Norma nº 3, 2025)
- Las tres fórmulas del profesor Sato (1990, Les trois Formules du Professeur Sato: Mortimer à Tokyo (2º volumen)
   (Le Journal de Tintin,
30/I/1990 5/VI/1990) - Guion de Edgard P. Jacobs / Ilustraciones de Bob de Moor
   (Grijalbo 1987 / Norma VII/2006 / Integral Norma nº 3, 2025)

 
Retrato de Van Melkebeke realizado por Edgard P. Jacobs

Autor:

- Alfredo Sánchez Esteban

Colaboraciones y agradecimientos:

- Raúl Tárraga Albaladejo(Foro de la T.I.A.)
- Xose (Foro de la T.I.A.)

Bibliografía:

- Blake y Mortimer - Integral 1 (Norma, 2024) - Textos de Antonio Altarriba y Jorge García
- Blake y Mortimer - Integral 2 (Norma, 2024) - Textos de Álvaro Pons y Jorge García
- Blake y Mortimer - Intégrale 3 (
Les Éditions Blake et Mortimer) - Textos de Daniel Couvreur

Fuentes:

https://www.cronicasliterarias.es/?p=432
https://booknode.com/auteur/edgar-p-jacobs
https://fr.wikipedia.org/wiki/Blake_et_Mortimer
https://en.wikipedia.org/wiki/Edgar_P._Jacobs
https://es.wikipedia.org/wiki/Atl%C3%A1ntida
https://es.wikipedia.org/wiki/S.O.S._Meteoros
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%93pera_Garnier
https://es.wikipedia.org/wiki/Asunto_del_collar
https://tintinomania.com/tintin-herge-couverture-jacobs
https://aeindex.org/reviews/le-rayon-u-edition-bibliophile/
https://tintinomania.com/tintin-herge-edgar-pierre-jacobs
https://www.centaurclub.com/forum/viewtopic.php?t=2274
https://www.centaurclub.com/forum/viewtopic.php?t=1328
https://gcomics.online/podcast/129-edgar-jacobs-blake-mortimer/
ttps://es.wikipedia.org/wiki/Columnas_de_H%C3%A9rcules
https://www.centaurclub.com/forum/viewtopic.php?t=88
https://fr.wikipedia.org/wiki/L%27%C3%89nigme_de_l%27Atlantide
https://www.decorarconarte.com/p/cabeza-olmeca-12x10x10-cm/
https://marsactu.fr/blake-et-mortimer-le-piege-diabolique-a-lalcazar/
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https://www.filomagazine.it/evento/maigret-e-il-caso-saint-fiacre/
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https://tintinomania.com/tintin-autour-herge-van-melkebeke
https://www.2dgalleries.com/art/blake-et-mortimer-l-affaire-du-collier-62523
https://fr.wikipedia.org/wiki/Les_Trois_Formules_du_professeur_Sat%C5%8D
https://atlantisng.com/blog/georgeos-diaz-montexano-los-reinos-de-la-atlantida/
https://www.amazon.es/Autour-Blake-Mortimer-Jacobs-dessins/dp/2870972024

https://www.delcampe.net/static/img_large/auction/001/959/552/619_001.jpg?v=1
https://www.sonuma.be/pictures/D74084EF-1F26-41C0-E040-010A07641BCE.jpg
https://www.2dgalleries.com/art/le-secret-de-l-espadon-crayonne-sur-calque-53745
http://blake-jacobs-et-mortimer.over-blog.com/article-gordon-l-intrepide-45949339.html
about:blankhttps://marsactu.fr/blake-et-mortimer-le-piege-diabolique-a-lalcazar/
https://www.elconfidencial.com/el-grito/2024-03-31/edgar-p-jacobs-herge-tintin-comics_3855758/
https://www.tebeosfera.com/documentos/las_amenazas_cartesianas_de_edgar_p._jacobs.html
https://www.castillacomic.es/producto/figura-le-chronoscaphe-du-piege-diabolique-blake-and-mortiemer_38899
https://www.2dgalleries.com/art/1948-blake-et-mortimer-le-secret-de-l-espadon-crayonne-preparatoire-15522
https://www.akimoff.com/tableau-de-collection-en-bois-blake-et-mortimer-mortimer-conquerant-c2x41033773
https://www.radiofrance.fr/franceculture/aux-portes-de-paris-un-quartier-de-clamart-englouti-sous-les-decombres-8091610
https://artifacts-world.com/wp-content/uploads/2022/03/France-Ex-libris-Blake-Mortimer-La-Marque-Jaune-E.P.-Jacobs.jpg
https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/20240218/flash-gordon-ultimo-heroe-espacial-queria-conquistar-universo/833416716_0.html
https://agendabrussels2.imgix.net/f9e5526054d6d51cd76117f10b8f278327ea6d3c.jpg?w=654&max-h=664&fit=crop&crop=faces&auto=format
https://www.bdzoom.com/181650/patrimoine/%C2%AB-blake-et-mortimer-t9-l%E2%80%99affaire-du-collier-%C2%BB-dans-les-profondeurs-du-polar/
 
"Desde que tengo memoria, he estado dividido entre dos vocaciones: la música y el dibujo. Sin embargo, parece que mi primera vocación fue la música, como lo demuestra el que, a la edad de cuatro años, abrumado por las olas de la armonía de la procesión de la banda de Notre-Dame-de-la-Chapelle que pasaba por delante de mi puerta, seguí sus pasos como un sonámbulo y desaparecí con ella. Mi madre, angustiada, no me encontró hasta dos kilómetros más adelante, marchando solemnemente con un bastón en la mano, junto al bombo, haciendo: “¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!”"
Edgard P. Jacobs

 

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