El Mortadelo de oro se entregaba como primer premio, junto a 250.000 jugosas pesetas al mejor dibujante y al mejor guionista respectivamente y en el segundo puesto se llevaba un Mortadelo de plata, en el Premio Bruguera de historieta de humor, que se celebró con motivo del 25 aniversario de los personajes. Según la editorial: "Bruguera S. A., se propone estimular a los jóvenes valores por medio de un Gran Premio que, año tras año, galardone a dibujantes y guionistas noveles con una edad mínima de 16 años y que, habiendo o no publicado sus trabajos, no colaboren asiduamente en empresas del ramo y estén pendientes del reconocimiento definitivo. El plazo de admisión era marzo de 1983, el fallo en mayo, con un jurado lleno de nombres ilustres: Sagasti, Mingote, Perich, Forges, el propio Ibáñez. Las bases: historieta de 2 páginas de 385 por 260 cm., y basado en un personaje humorístico de creación propia (Fuente: El rincón de Mortadelon).