En las aventuras de "Mortadelo y Filemón" dibujadas desde desde mediados de 1962 hasta 1969 podemos afirmar que se supera el alcance del término "influencia", válido para definir otras etapas de Francisco Ibáñez. Es aún un dibujante joven; todavía formándose y descubriéndose como historietista, y buscará en la obra de André Franquin (uno de los principales valores de la escuela de Marcinelle - l'école de Marcinelle -) la manera de conseguir un producto de mayor apariencia y calidad gráfica (acorde con las demandas del mercado).

   No obstante, habría que reseñar aquí que, si bien Ibáñez copió numerosas viñetas del autor belga, el guión y la dinámica del gag en los cómics de Ibáñez es completamente distinta a la de Franquin. Las situaciones presentan una violencia mucho más acusada donde las caídas o los golpes se aproximan más a los dibujos animados que a los comics franco-belgas. Tampoco puede "condenarse" al dibujante español a partir de unas pocas decenas de viñetas que de manera puntual tomó prestadas de otros autores teniendo en cuenta que en medio siglo ha realizado más de un millar de aventuras (y más aún cuando en muchas ocasiones la iniciativa venía motivada por la propia editorial). Una vez matizado esto procedamos a realizar un análisis cronológico de algunas de las viñetas que inspiraron a Ibáñez.

   Comenzamos con 1962, año en el que encontramos las primeras viñetas que Ibáñez copia de Franquin. Ese año sólo tomo prestadas ocho ideas que servirían para crear nuevas historietas que se publicaron en las revistas "Pulgarcito" y "Tio Vivo" y posteriormente en nuevas colecciones que retitularon dichas historietas: "Método infalible (páginas 2)", "El anónimo (II) (Página 2)", "Hay teles y teles (página 2)" "El relojito (página 2)", "¡Qué vecinos!" y "Los contrabandistas" (página 2). Todas ellas se inspiran de nuevo en tiras de "Tomás el Gafe" (compartidas muchas de ellas por pablo (Peúbe) en su blog y por Miski en el foro de la TIA):